La historia de R.E.N.F.E (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) comienza en 1941, a raíz de la unificación de todas las compañías ferroviarias existentes en una única empresa estatal. En el momento de su creación, RENFE agrupó el parque móvil de dichas empresas, así como 12.401 km de vía. Posteriormente, en los años 50 se consolidaron avances y se iniciaron inversiones que se vieron detenidas debido a la crisis originada por la política autárquica. A partir de 1975, y con el fin de la tracción a vapor, RENFE comenzó una época de amplias reformas con el objetivo de convertir la red ferroviaria española en una alternativa eficaz para el transporte de mercancías y pasajeros. En este contexto, se comienzan a implantar servicios de Cercanías en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga.
El Contrato Programa de 1984 promovió una gran renovación del material rodante, de manera que RENFE obtuvo los mejores resultados hasta la fecha en viajeros transportados en larga distancia, lo que instó al gobierno de la época a confeccionar planes para una profunda modernización del ferrocarril y de las instalaciones. Un hito en la historia de RENFE se produjo en 1992 con la inauguración de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, coincidiendo con la inauguración de la Expo'92.
A partir del 1 de enero de 2005 finalizó el monopolio legal de RENFE y las dos empresas sucesoras quedaron conformadas finalmente como:
- Renfe, encargada del transporte de mercancías y pasajeros, en régimen de competencia con otras empresas.
- Adif (Administrados de Infraestructuras Ferroviarias), que gestiona vías, estaciones, comunicaciones, etc., cobrando un canon a las empresas usuarias de la red, entre ellas a Renfe Operadora.
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